El origen del lápiz amarillo

A lo largo de nuestra vida escolar los materiales que siempre utilizamos van desde las plumas, los colores, el resistol y por supuesto no podían faltar los lápices aunque por supuesto cuando decimos “lápices” seguro estoy que a la mente se les viene el color amarillo puesto que es ese el color que todos los lápices por lo general tienen (si es que no lo habían notado) en su estructura.



Pues aunque no lo creas este color es un tanto extraño que se haya introducido como oficial ya que mucho antes del año de 1890 se tenía la costumbre de vender lápices de todos los colores que pueda imaginar, desde el rojo, el azul, el rosa, el verde entre otros muchos tantos colores existentes, sin embargo a la compañía L&C Hardmuth del país austriaco se encargó de introducir un nuevo lápiz en el mercado de la papelería, dicho lápiz tenía de novedoso una cosa: Su color era amarillo, que además de esto contaba con una enorme calidad en cuanto a resistencia y dureza.

Todos estos atributos lograron que la introducción del lápiz tuviera un éxito enorme entre todos los usuarios de los lápices, quienes obviamente exigían en ese entonces calidad ante todas las cosas.
El color amarillo se convirtió desde ese tiempo en completo sinónimo de calidad así que otros productores comenzaron a fabricar lápices con color amarillo para con esto atrapar más clientela, por lo que hoy en día en prácticamente todas las papelerías siempre hay lápices con ese color.

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