Están en su 'cueva' sin moverse. Guardan fuerzas para el momento más importante de su corta vida, la carrera hacia el óvulo. Hasta que no son eyaculados, los espermatozoides están en reposo. El doctor Yuriy Kirichok, fisiólogo de la Universidad de California ha descubierto cuál es el mecanismo que pone en marcha estas células.
"Tras la eyaculación, el flagelo (la cola) de los espermatozoides comienza a moverse", explica el especialista a RTVE.es. "Y el movimiento aumenta progresivamente a medida que se adentra en el tracto reproductivo femenino y alcanza su punto máximo cuando está cerca del óvulo".
Desde hace tiempo los científicos saben que el movimiento de los espermatozoides depende de su acidez. Es decir, del pH de su fluido interno. Cuando es ácido el espermatozoide está parado. A medida que disminuye su acidez su movimiento aumenta. Para que la acidez de su interior disminuya ha de expulsar protones. Hasta ahora no se había identificado el lugar por el que salían al exterior.
Kirichok lleva seis años estudiando este asunto. Y ha descubierto por dónde salen los protones. Lo hacen por un canal situado en la membrana, que se abre cuando el espermatozoide tiene que comenzar su carrera hacia la fertilización del óvulo. Lo han llamado Hv1. El hallazgo ha sido publicado por la revista Cell.
El investigador compara el espermatozoide con un globo inflado y los protones con aire. "Cuando dejas salir aire del globo por un pequeño agujero, éste empieza a moverse", comenta. "Pues los flagelos están llenos de agujeritos por los que sale aire".
El siguiente paso en la investigación es estudiar a fondo el comportamiento del canal para así poder corregir su mal funcionamiento cuando conlleva infertilidad, así como las mutaciones. O todo lo contrario, "bloquearlo para evitar que el espermatozoide se mueva y usarlo como anticonceptivo masculino".
Marihuana vinculada a la infertilidad masculina
Lo que aún no saben con exactitud es qué factores desencadenan la apertura de los canales y el consiguiente inicio del movimiento del espermatozoide. Han detectado algunos, como el pH alcalino del medio en el que está el esperma, un nivel bajo de zinc y la presencia de un endocannabinoide llamado anandamida.
Este último factor tiene especial relevancia. Los endocannabinoides son lípidos que nuestro organismo genera de forma natural y que están en alta concentración en los alrededores del óvulo. Estas sustancias actúan en el cerebro sobre los mismos receptores que los cannabinoides, moléculas presentes la marihuana.
"Esto podría explicar porqué la marihuana se ha vinculado a problemas de infertilidad masculina", explica Kirichok. "Es posible que la marihuana active los espermatozoides antes de tiempo y se 'quemen' antes de llevar a término su labor".
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