- La víctima, que ha sufrido la agresión en Ciudad Lineal (Madrid), tiene todo el rostro quemado
- Tres personas que trataron de ayudarla han sufrido heridas de diversa consideración
- La mujer estaba en trámites de separación y no constan denuncias por malos tratos
Una mujer española de 29 años, identificada como A. R. G., ha resultado herida grave esta mañana en la puerta de una casa del distrito de Ciudad Lineal de Madrid al ser rociada por un hombre con ácido sulfúrico, un producto corrosivo que quema al contacto con la piel. Sus gritos, "de un dolor desgarrador", han alertado a varias personas, que han tratado de ayudarla. Tres de ellas han resultado heridas leves. La mujer, que sufre quemaduras profundas en todo el rostro, no ha perdido la consciencia en ningún momento y ha identificado al agresor como su marido, un hombre de nacionalidad turca del que está en trámites de separación, han explicado a este periódico varios testigos del suceso.
Estos testigos han declarado haber visto al hombre salir corriendo del portal. Aunque han intentado pararle, ha logrado huir a pie por la calle de Amos de Escalante, donde se le ha perdido la pista. La Jefatura Superior de Policía, que no confirma de momento que sea su marido, ha señalado que lo están buscando pero aún no ha sido detenido. La mujer no había presentado ninguna denuncia por maltrato.
Los hechos han sucedido sobre las diez y media de la mañana en el número 9 de la calle Río Ulla (en el barrio de Pueblo Nuevo de Ciudad Lineal) cuando la mujer salía de su casa. Según los testigos, el hombre la esperaba en la acera de enfrente y, cuando esta ha cruzado el portal, la ha rociado con el producto. Parte del ácido ha caído en una moto que estaba aparcada en la acera.
"Ayuda, ayuda, socorro, socorro", ha comenzado a gritar la mujer, que no paraba de moverse para tratar de quitarse el líquido. En ese momento, ha acudido en su auxilio una farmacéutica, María Jesús Sagasti, que nada más verla se ha dado cuenta de que le habían echado ácido encima. También ha acudido un empleado de una correduría de seguros, Eduardo.
La víctima ha cogido a Eduardo por los brazos y se ha apoyado en uno de sus hombros, lo que ha producido quemaduras al hombre, que ha sido evacuado también a La Paz con heridas de carácter leve. "En cuestión de segundos se le ha puesto la cara roja, después amoratada y al final, casi negra en la boca", ha relatado gráficamente Tamara, una empleada de una tienda de congelados que también la ha auxiliado. María Jesús y Tamara también han sido atendidas por el Samur, pero no ha sido necesario trasladarlas al hospital.
"La chica gritaba de una forma desgarradora, de mucho dolor. Sabíamos que algo muy grave le estaba pasando", ha destacado la farmacéutica. Cuando ha llegado el Samur, han rociado a la víctima y a las otras tres personas con Diphoterina —un medicamento que evita que las quemaduras se extiendan por el cuerpo—. A la mujer le han aplicado el medicamento por todo el cuerpo y le han quitado la ropa, ya que la tenía impregnada.
Después, la han trasladado a la unidad de quemados de La Paz, donde ha quedado ingresada en estado grave. La chica ha estado todo el tiempo consciente y no paraba de pedir que alguien fuera a recoger a su hijo, que salía a la una del colegio. También ha relatado que se estaba separando de su marido y que este es de origen árabe.
Una portavoz del hospital ha precisado que, aunque en un primer momento se había informado de que tenía también tenía quemaduras en el pecho y los brazos, solo tiene afectada la cara. Sufre "quemaduras profundas en el 2% de la superficie corporal". Su pronóstico es grave y, "como en todos los quemados, hay que esperar", ha precisado la portavoz, que ha añadido que el hombre ha sido atendido de "salpicaduras leves en la mano derecha" y que será dado de alta hoy mismo.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha confirmado que a la mujer la han rociado con ácido sulfúrico, ha confiado en que la Policía detenga pronto al agresor y ha apuntado que "puede ser" un caso de violencia machista, aunque se está investigando, informa Efe.
En la capital, ocurrió un caso similar hace casi cinco años. Andrea U. un ciudadano rumano de 43 años, asaltó a su mujer, Elena U. en plena calle y le tiró un líquido corrosivo que escondía en una botella de agua. Elena, de 40 años, quedó abrasada por el ácido y sufre quemaduras graves en el rostro, el cuello, el tórax y las manos.
Antes se habían registrado otros casos en Castilla-La Mancha y en Andalucía. En agosto de 2005, una mujer, Vanesa, de 25 años y con dos hijos, sufrió un ataque con líquido inflamable en Puertollano. Su marido le prendió fuego, sufrió quemaduras en el 61% de su cuerpo y murió un año después. En octubre de 2003, un hombre roció a su pareja con ácido en Córdoba y le prendió fuego. La mujer, María Rafaela G. M., de 38 años, sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en el 45% de su cuerpo. Un mes después, una mujer murió en Sevilla tras sufrir el mismo ataque.
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