Un profesor ofrecía dinero y mejores notas a cambio de sexo

La Cámara Penal de Apelaciones de Santa Fe confirmó la condena a 12 años de prisión de un docente acusado de corrupción de menores. Utilizaba un predio de la escuela donde organizaba fiestas con alumnos. Un supervisor del ministerio de Educación estaba implicado, pero lo mataron.


Un profesor ofrecía dinero y mejores notas a cambio de sexo.


El caso se dio a conocer en agosto de 2003, cuando, tras la intervención judicial, los docentes fueron detenidos. Sin embargo, el tiempo pasó y la Justicia dejó vencer todos los plazos. Como nunca se resolvió la situación mediante un juicio, los acusados fueron liberados.

Ahora, la Cámara Penal de Apelaciones confirmó la condena de primera instancia a Julio Fernández, de 48 años, uno de los dos docentes involucrados. Sucede que el supervisor Efrén Velázquez también estaba enjuiciado, pero murió antes de recibir condena a manos de sus propias víctimas, que le dieron un garrotazo cuando los invitó a su casa con iguales fines, según publica el diario La Capital.

Fernández y Velázquez trabajaban en la Escuela Yapeyú de la ciudad de Reconquista, provincia de Santa Fe. A partir de la publicación del caso en los medios, más chicos se animaron a contar lo que sucedía con el docente y el supervisor.

En aquel momento, Velázquez había sido echado de la casa que ocupaba dentro de la escuela y se fue a vivir a otra vivienda, ubicada en el Barrio América de esa localidad. Pero a pesar de las restricciones que le había impuesto la Justicia cuando lo dejó en libertad, el depravado continuó con los abusos, y fue en una de esas “fiestas” donde sufrió el ataque de los adolescentes que terminaron con su vida. Los había invitado a mantener relaciones sexuales por dinero.

Tras la muerte de Velázquez, la causa sólo avanzó sobre Fernández, y ahora se confirmó la condena de 12 años.
Las víctimas contaron a la Justicia que el docente Fernández les ofrecía sexo oral y que el supervisor Velázquez ofrecía más dinero si le practicaban sexo anal. Algunos alumnos contaron que Fernández, incluso, les daba los exámenes escritos a los adolescentes que lo visitaban habitualmente en la vivienda donde se armaban las fiestas sexuales.

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