Esta historia impactante se inició en 1955, cuando Zahra sintió los dolores del parto. Ella fue llevada a un hospital, pero después de ver a una mujer morir en la mesa de operaciones durante una cesárea, Zahra huyó de vuelta en su pequeño pueblo fuera de Casablanca.
Después de que los dolores desaparecieran y el bebé dejara de patear, Zahra lo comenzó a considerar un “niño dormido” que según la creencia popular marroquí, son bebés que pueden vivir dentro del vientre de la mujer para proteger su honor.

Lo que es aún más sorprendente es cómo Zahra sobrevivió y cómo el feto muerto fue aceptado por el organismo al igual que otro órgano. Finalmente, luego de varios años de espera, una operación de casi cinco horas logró eliminar con éxito el feto calcificado de Zahra.
Los bebés de piedra, lithopedions, son un fenómeno médico extremadamente raro. De acuerdo con la revista de la Sociedad Real de Medicina, sólo 290 casos de bebés de piedra han sido documentados.
Fuente: Crónica.
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