Está en coma, pero por ser Testigo de Jehová no puede recibir transfusión sanguínea

Pablo Albarracini, de 38 años, fue víctima de un brutal robo y recibió cinco tiros en el cuerpo y uno en la cabeza. Está internado en grave estado y necesita una transfusión de sangre. Sin embargo no puede realizarse el tratamiento porque su religión no se lo permite, es más, hasta firmó un documento donde expresa su negación a someterse a este tipo de intervenciones.



Albarracini fue interceptado por dos asaltantes cuando subía a su auto el pasado 4 de mayo. Luego de un forcejeo, recibió cinco tiros en el cuerpo y uno en la cabeza. Llegó a la clínica Bazterrica con pérdida de masa encefálica y un balazo en uno de sus ojos. Luego de operarlo, los médicos ordenaron una transfusión de glóbulos rojos.

Pero hubo una complicación. Albarracini pertenece a la comunidad de Testigos de Jehová, y debió llenar un formulario que lo compromete a rechazar trasfusiones de sangre en caso de ser hospitalizado.

La Justicia determinó, hace unos días, que Albarracini firmó "directivas anticipadas" en donde expresa ser Testigo de Jehová y no aceptar “transfusiones de sangre completas, glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas o plasma bajo ningún concepto, aunque el personal médico las crea necesarias para salvarme la vida".

Jorge, padre del hombre en coma, presentó una medida cautelar, finalmente autorizada por el juez Horacio Maderna. "Debo hacer lugar a la medida, es decir, autorizar las trasfusiones de sangre necesarias para salvarle la vida", indicó el magistrado.

Sin embargo, la esposa de Pablo y un grupo de Testigos de Jehová fueron al hospital con el acta firmada por Pablo y los médicos no lo trasfundieron. El juez Maderna se acercó a la clínica y debió suspender la cautelar. El padre de Pablo continúa con su lucha y afirmó: "Prefiero que se salve y se enoje, aunque el día de mañana no me salude".

FUENTE